lunes, 18 de septiembre de 2017

VENTANA A LAS ESTRELLAS

Las noches se han vuelto más largas y ha refrescado, abro mi ventana de par en par  para que el aire perfumado a lluvia e hierba recién cortada llene mi habitación.

La luna llena ilumina el frondoso parque, las estrellas con su resplandor dibujan cual lápices mágicos sombras de árboles, de bancos vacíos y columpios quedos.

Las farolas se incorporan al espectáculo como pequeños faros que alumbran a las mariposas en sus gráciles vuelos. 

Miro al horizonte con la vista fija perdida en busca de no sé muy bien qué. Contemplo sin cesar las estrellas por si de casualidad una se desprendiese y cayese en mis manos.

Quizás pase una fugazmente y me conceda algún deseo, de esos que íntimamente no me atrevo a confesar.

Siempre tuve la sensación que al mirarlas  me transportaban a mundos lejanos y placenteros. El sentimiento de calma llena mi alma y el espíritu se regocija, la mente divaga creando viajes a mundos desconocidos.

Una música suave adormece mis sentidos mientras la brisa acaricia suavemente mi piel como un amante solícito.

La ensoñación se apodera de mí voy entornando  mis ojos lentamente. Sigo apoyada en la ventana cuando de repente doy un respingo sobresaltada al ver una sombra de un hombre en un banco cercano.

Me digo: No puede ser, es imposible. Estoy soñando me he debido quedar traspuesta.

Una carcajada histérica sale de mi garganta, mientras mi mente trata de ordenar las ideas y obviar pensamientos dolorosos.

Después de unos momentos respiro profundamente vuelvo a mirar hacia el banco y la sombra había desaparecido.

En voz alta digo: Menos mal que ha sido una jugarreta mental. ¡Que susto!

Creo ver fantasmas en la tenue luz de la madrugada. Si al menos pudiera escogerlo…

Echo otro vistazo en derredor para cerciorarme. Elevo la mirada de nuevo a las estrellas y les comento “Sigo a la espera que algún día se cumpla”.
 

 
 
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1 comentario:

  1. Precioso relato Toñi. Mantener la ilusión y la esperanza de que un día una estrella fugaz nos traiga el mayor de nuestros deseos. Besos y abrazos.

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